El protocolo de configuración dinámica de host (DHCP) es un estándar de TCP/IP diseñado para simplificar la administración de la configuración IP de los equipos de una red.
En una red en la que existen servidores DHCP, cuando un cliente necesita una dirección IP difunde una petición de dirección por la red local. Todos los servidores DHCP que reciben esta petición responden a la solicitud con una oferta de dirección. Entonces el cliente decide con cuál se queda y envía una solicitud de ‘alquiler’ de la dirección al servidor elegido.
Una vez que el servidor responde con la dirección concedida y con la información de configuración necesaria (por ejemplo, su nombre, la dirección del servidor DNS que le corresponde o la dirección de su puerta de enlace), el cliente enlaza la dirección IP con su tarjeta de red y funciona con completa normalidad hasta que la concesión expire.
¿Cuándo ocurre esto?. La concesión de direcciones IP suele durar un tiempo limitado (para que se liberen las direcciones IP que no se utilizan), por lo que los clientes intentarán renovar su IP una vez transcurrida la mitad de este tiempo, y una vez más transcurridos 7/8 de ese tiempo, si la primera vez no se ha producido la renovación. Si esta segunda renovación no resulta efectiva, la concesión expira y el cliente tiene que solicitar una nueva dirección IP.
Las ventajas más importantes de DHCP son:
Pero hay que tener en cuenta que la utilización de este protocolo también lleva consigo inconvenientes, sobre todo, relacionados con la seguridad de la red.
En una red en la que existen servidores DHCP, cuando un cliente necesita una dirección IP difunde una petición de dirección por la red local. Todos los servidores DHCP que reciben esta petición responden a la solicitud con una oferta de dirección. Entonces el cliente decide con cuál se queda y envía una solicitud de ‘alquiler’ de la dirección al servidor elegido.
Una vez que el servidor responde con la dirección concedida y con la información de configuración necesaria (por ejemplo, su nombre, la dirección del servidor DNS que le corresponde o la dirección de su puerta de enlace), el cliente enlaza la dirección IP con su tarjeta de red y funciona con completa normalidad hasta que la concesión expire.
¿Cuándo ocurre esto?. La concesión de direcciones IP suele durar un tiempo limitado (para que se liberen las direcciones IP que no se utilizan), por lo que los clientes intentarán renovar su IP una vez transcurrida la mitad de este tiempo, y una vez más transcurridos 7/8 de ese tiempo, si la primera vez no se ha producido la renovación. Si esta segunda renovación no resulta efectiva, la concesión expira y el cliente tiene que solicitar una nueva dirección IP.
Las ventajas más importantes de DHCP son:
- Permite ahorrar direcciones IP, ya que no es necesario que cada computador de una red mantenga en todo momento una dirección IP estática que sea de su propiedad.
- Permite tener una configuración segura y fiable: DHCP evita los errores de configuración que se provocan por la necesidad de escribir valores manualmente en cada equipo.
- Reduce la administración de la configuración: La utilización de servidores DHCP puede reducir significativamente el tiempo necesario para configurar y reconfigurar los equipos de la red. Los servidores se pueden configurar para que suministren un intervalo completo de valores de configuración adicionales al asignar concesiones de direcciones.
- Permite la conexión dinámica de computadores a la red: En las situaciones en las que sea necesario actualizar a menudo la configuración de los clientes, como en el caso de usuarios con portátiles, que cambian frecuentemente de ubicación, los clientes que se comunican directamente con los servidores DHCP puedan realizar estos cambios de forma eficaz y automática.
Pero hay que tener en cuenta que la utilización de este protocolo también lleva consigo inconvenientes, sobre todo, relacionados con la seguridad de la red.
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