El análisis de rendimiento de un sistema informático es necesario en contextos muy diferentes hoy en día:
- Diseño de sistemas.
- Comparación de distintos sistemas o configuraciones.
- Establecimiento de las expectativas de mejora.
- Determinación del impacto de una mejora.
- Sintonización de un sistema (determinación de los valores de los parámetros de configuración que obtienen un rendimiento óptimo del sistema).
- Depuración de código.
Existen multitud de métricas de rendimiento diferentes y escoger una de ellas o un conjunto de ellas, es uno de los aspectos más importantes y más difíciles de un análisis de rendimineto. El que una métrica sea la más adecuada para un análisis concreto depende del tipo de sistema que estemos evaluando, de su aplicación y de los propósitos de nuestro análisis.
Pero podemos resumir en unas líneas las características deseables para una métrica de rendimiento:
- Facilidad de medida.
- Linearidad: Lo ideal es que una métrica de rendimiento varíe de manera lineal con la característica que mide, puesto que es mucho más intuitivo. Es decir, si el sistema A tiene el doble de rendimiento que el sistema B, la métrica escogida debe valer el doble en A que en B.
- Fiabilidad: Una métrica es fiable si el sistema A siempre tiene un rendimiento mayor que el sistema B cuando el valor de la métrica de rendimiento es mayor para A que para B.
- Repetibilidad: Una métrica es repetible cuando siempre se obtiene el mismo valor realizando el mismo experimento para un determinado sistema.
- Consistencia: Una métrica es consistente si su definición, su significado y sus unidades son las mismas en diferentes sistemas y con diferentes configuraciones.
- Independencia: Una buena métrica de rendimiento no debe estar influida por los intereses comerciales de ninguna empresa u organización.
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